Desperados
Botella de vino
Mucho antes que Madonna, Jay Z, Carlos Santana, Antonio Banderas, Depardieu o Coppola, Desperados ya teníamos nuestra propia producción de vino. De pocas botellas, es cierto, pero con nuestro nombre en la etiqueta y destinadas exclusivamente a ser degustadas por los medios de comunicación. Etiqueta diseñada por nuestra casa de discos y que no hacía justicia a la excelente ilustración que Fernando Vicente nos hizo para El Golpe, nuestro tercer disco.
Rafa Hernández


Americana roja/negra
No éramos teddy boys. Ni acomodadores de un cine de doble sesión. Ni un grupo músico vocal de los 50. Ni camareros del Gijón. Pero cuando nos llamaron de Qué noche la del aquel año (el programa de Miguel Ríos) para interpretar una canción de Los Brincos, pensamos que la ocasión se merecía una vestimenta especial. Y con estas americanas salimos a tocar Tú me dijiste adiós.
Podéis ver dicha actuación en este enlace.
Rafa Hernández
Primera guitarra de Guille Martín
Marchis SG, la primera guitarra de Guille MartínNo podría ponerle una fecha segura, pero si que se que esta imitación de la Gibson SG fue la primera guitarra de Guille Martín y llegó a sus manos a finales de los años 70. Se también que con ella hicimos nuestra primera banda juntos, Los Cables, formación que nunca llegó a actuar y fue eliminada a las primeras de cambio en el Villa de Madrid de no se que año. Antes también había tocado Guille con otro grupo de barrio con reminiscencias hippies y guitarrista solista –no Guille– con aspiraciones de virtuoso heavy y del que nunca más se supo. Con esa guitarra Guille enseñó a tocar a medio barrio de Carabanchel, chavales que en la plaza Cantoria alucinaban cuando veían por primera vez una guitarra eléctrica.Guille saltó de los Beatles de su postadolescencia al punk con aquella Marchis SG en las manos, una guitarra que nunca conseguimos afinar del todo bien, que costó unas 5000 pesetas de la época y cuya palanca de vibrato nos emocionó a todos al principio, hasta que descubrimos que era una de las primeras causas de desafine. Con ella empezó Guille a componer y tocar en Números Rojos, la primera banda seria en la que estuvimos ambos. Pero pronto se fue a la mili y, al volver, Números Rojos ya no existían, yo me había comprado una Ibanez que inmediatamente pasó a sus manos y pronto llegó su Stratocaster japonesa.Entonces –silenciosa, tal vez olvidada– aquella Marchis SG quedó recluida en su estuche con algunas cuerdas con las que Guille tocó; y así ha estado, junto al piano del abuelo, hasta que Patacho me la pidió para exhibirla en esta exposición. Una guitarra casi infantil para un extraordinario músico que fue un niño hasta el final de sus días: Guille Martín.
Fernando Martín